4 preguntas importantes para conocer la respuesta antes de visitar la Alhambra de Granada

¿Qué?

¿Qué entrada de la Alhambra comprar? Cuando accedemos al portal de venta de entradas de la Alhambra en https://tickets.alhambra-patronato.es/ vemos que hay hasta nueve opciones de entradas al monumento y quizás aquí no tengamos claro cuál de ellas elegir. Si lo que queremos es hacer una visita diurna completa, entonces la primera opción es la que más nos interesa. La que se identifica como “Alhambra General”. Su precio es de 14 Euros por adulto a los que habrá que sumar 0,85 Euros en concepto de gastos de gestión. Además, esta opción cuenta con descuentos especiales por carnet joven, discapacidad igual o mayor al 33%, mayores de 65 años (¡ojo! siempre que se trate de ciudadanos de la Unión Europea) y niños entre los 12 y 15 años. Los niños de entre 3 y 11 años no pagan entrada, pero habrá que añadirlos al hacer la reserva porque tendrán que llevar una entrada de niño. IMPORTANTE: Si viajamos con niños de 0 a 2 años, tendremos que acercarnos antes a las taquillas de la Alhambra para retirar una entrada infantil y aquellas familias que tengan más de 3 menores de 12 años tendrán que llamar obligatoriamente al 958889002 para reservar las entradas.

Palacio del Partal en la Alhambra
Palacio del Partal y Oratorio

Además de seguir estas indicaciones, nuestro consejo es que compremos la entrada con la mayor antelación posible para poder seleccionar la hora de acceso a los Palacios Nazaríes que más nos interese. En verano es muy aconsejable visitar el monumento a primera hora de la mañana debido a las altas temperaturas y en invierno nosotros preferimos comenzar la visita sobre las 15:00 hrs, porque suele haber menos gente, la temperatura suele ser agradable en días soleados y la luz para las fotografías es excelente en ese horario.

No olviden llevar durante toda la visita su documento de identidad original que además les servirá como acceso, porque la Alhambra dispone de lectores láser que identifican su documento con el asociado a la hora de comprar su entrada.

¿Cuándo?

¿Cuándo visitar la Alhambra? Quizás la mejor época del año a nuestro parecer sea bien entrada la primavera, allá por el mes de Mayo. Como podrán comprobar al visitar el monumento, la Alhambra está llena de vegetación por todas partes. Especialmente en los jardines del Generalife encontramos una gran variedad de árboles, plantas y flores que se van reponiendo dependiendo de la época del año. Y evidentemente para esto la primavera es sin duda la mejor estación. A lo largo de los años se ha ido creando en la Alhambra un ecosistema de paisaje natural que cuenta con jardines, huertas, terrenos de cultivo y bosques. Hablamos de más de 150.000 metros cuadrados de bosque y vegetación, además de las famosas huertas del Generalife que se han mantenido fértiles desde la época medieval. Toda esta biodiversidad forma hoy día una parte fundamental del monumento, al que visitamos evidentemente desde un punto de vista histórico y arquitectónico, pero también paisajístico. Las mejores fotos las podremos obtener en este sentido, en nuestro paseo desde la Torre del Agua hasta el Generalife. Tendremos una vista panorámica de las huertas y jardines con la Alhambra a nuestra izquierda y el barrio del Albaicín como siempre tan pintoresco a nuestra derecha. Una imagen que nos permite trasladarnos en el tiempo porque lo que ahora contemplamos a buen seguro es bastante similar a lo que veían los sultanes nazaríes cuando se encaminaban desde sus suntuosos palacios de la Alhambra a los jardines de recreo del Yannat al-Arif (Generalife).

Vistas de la Alhambra desded el Paseo de las Adelfas en el Generalife
Vistas de la Alhambra desde el Paseo de las Adelfas en el Generalife

Ocurre además que el mes de Mayo suele ser un mes intermedio entre la habitual masificación de la Semana Santa y de nuevo las aglomeraciones con la llegada del verano a finales de Junio.

¿Por qué?

¿Por qué visitar la Alhambra? Quizás aún estemos indecisos y no hayamos aún elegido nuestro destino para vacaciones. ¿Es la Alhambra una buena opción? Bien, no solo es una buena opción, sino que lo consideramos como un monumento imprescindible para todos aquellos turistas que visiten España. La Alhambra es uno de los monumentos más visitados del mundo con alrededor de 3,5 millones de personas cada año y es que se trata de la única ciudad palatina medieval de origen musulmán preservada en Europa. La singularidad de la Alhambra está en su propia arquitectura. Mientras en la Europa medieval se construían robustos y fríos castillos de piedra, los arquitectos nazaríes edificaron en Granada su genial representación del paraíso musulmán en la tierra. Su gran logro fue sin duda convertir la colina de la Sabika, un terreno baldío, sin agua y sin apenas vegetación, en un lugar digno de las “Mil y una noches” con estanques, fuentes, acequias… y por tanto lleno de vida. Su idea era traer la naturaleza al interior de los palacios, por lo que el juego con la luz, el reflejo del agua, las ligeras columnas como troncos de palmera…convierten a la Alhambra en un espectáculo en si misma. Ocurre además que sus paredes están decoradas con poemas que bien interpretados nos proporcionan una valiosísima información para entender y comprender el monumento. Una voz poética femenina que nos guía y nos recrea las funciones de las diferentes estancias a la vez que ensalza la belleza del monumento y el poder de su sultán.

Patio de los Leones en la Alhambra
Patio de los Leones

Alrededor del monumento hay infinidad de leyendas que nos fascinarán como fascinaron a los viajeros románticos del siglo XIX, que quedaron prendados de con las historias de los gitanos que habitaban sus estancias…en una Alhambra olvidada hasta ese momento.

La Alhambra fue declarada finalmente Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984 y como guías oficiales recomendamos su visita guiada para realmente comprender todo lo que el monumento ofrece al visitante desde su historia y arquitectura, hasta sus jardines y poemas.

¿Cómo?

¿Cómo visitar la Alhambra? La Alhambra comprende unas 10 hectáreas de terreno y se divide en tres partes: La Alcazaba (fortaleza), los Palacios Nazaríes (residencia de los sultanes) y los jardines del Generalife (lugar de descanso de los reyes musulmanes). Al tratarse de un monumento con una gran extensión la visita debe de realizarse de una forma pausada, con tiempo para comprender la función, la decoración y el mensaje transmitido por cada una de estas partes.

La primera opción es hacer la visita por nuestra cuenta, pero quizás de esta forma no consigamos extraer toda la información que el monumento puede proporcionarnos. La Alhambra oculta numerosas simbologías en su arquitectura que resultan increíblemente interesantes pero que a menudo pasas desapercibidas al visitante.

Leyendo las paredes de los Palacios en la Alhambra
Interpretando la caligrafía árabe

Existen igualmente visitas guiadas para grupos, con un máximo de 30 personas por cada guía, pero no consideramos que esta sea la mejor opción porque no permite visitar la Alhambra de una forma relajada que ayude a disfrutar de la experiencia con tiempo para tomar fotos, hacer preguntas, sentarse para admirar y disfrutar del paisaje… Quizás la forma más inteligente de visitar la Alhambra sea contratando un guía privado que dedique su explicación únicamente a nuestra familia. En Granada Selected Tours hemos decido fijar el máximo para grupos privados en 6 personas porque de esta forma el contacto con el guía es mucho más cercano y como resultado nuestra experiencia resultará mucho más enriquecedora. Nosotros les gestionamos la compra de las entradas y aconsejamos el día y la hora perfecta para disfrutar al máximo de las 3 horas de duración de su visita. Pueden contactar con nosotros aquí para cualquier consulta para planificar su visita o realizar directamente su reserva a través de este enlace. Por último, cabe destacar que, en épocas de mucha afluencia de turistas, si contratamos una visita privada tendremos acceso a los Palacios Nazaríes desde una cola distinta al resto de visitantes, lo que agilizará bastante nuestro acceso y reducirá sensiblemente los tiempos de espera.

El fruto de la Granada Judía

El granado es un árbol que ofrece un fruto singular y único del tamaño de una manzana grande, cuyo interior está poblado de granos dulces.

Su zona de origen se establece entre el Kurdistan, Afganistan, Siria y la antigua Persia, y su nombre latino expresa que es abundante en granos; así los romanos la llamaban manzana de granos.

Es un fruto ligado a la historia a los pueblos que se establecieron en Mesopotamia y el Próximo Oriente con anterioridad al primer milenio antes de Cristo y que tenían lenguas con un origen común.

La leyenda atribuye a la granada el lugar que la manzana ocupa en la tentación que Eva indujo en Adán y como tal es un fruto del paraíso.

En la Roma del Imperio fue símbolo de fecundidad y  riqueza y así siguió considerándoselo hasta la Edad Media cuando los andalusíes destacaron las cualidades culinarias de las granada cultivadas y las medicinales de las agrias o silvestres.

En Grecia fue consagrado a la diosa Afrodita, mientras que en Siria lo fue a la diosa Rimmel.

El historiador árabe Ahmad Al Razid dejó escrito que la ciudad hoy llamada Granada era conocida como Garnatat Al Yahud, cuya traducción significa Granada de los judíos.

La fruta de la granada presente en el año nuevo judío.

Lo cierto es que el nombre de esta ciudad es sinónimo de un fruto dulce y hermoso, grato al paladar y a la vista, de delicado perfume y delicioso sabor con una historia y un ritual poético milenario.

Dicho fruto tiene un significado muy especial y esencial para los judíos, a tal punto de considerarlo sagrado. Según la tradición, cuando se abre una granada, cualquiera sea su tamaño, el fruto contiene siempre, en todos los casos, 613 granos. Éste es el número de preceptos que un buen judío debe cumplir para ser una persona ética y justa.

Este pueblo, también le concede a la granada el simbolismo de la abundancia, razón por la cual deben tomarse granadas durante la celebración del año nuevo judío a principios de otoño, momento en que dicha fruta está madurada y dulce para tomar.

Entre las variadas celebraciones festivas del calendario judío, sin duda la más solemne e importante es la semanal del Shabat, el descanso del sábado.

Durante la misma, nadie puede trabajar ni estar preocupado o triste; es un día de solaz y regocijo que debe dedicarse al estudio, la oración y al bienestar del cuerpo y del espíritu.

Como todos los días del año señalados del año hebreo, la fiesta comienza la víspera del día anterior, es decir, el viernes, una vez que han aparecido en el cielo las primeras tres estrellas y termina el propio sábado cuando ocurre lo mismo.

El Rosh Ha-shaná o año nuevo se celebra con una cena abundante con adafina, un plato muy popular entre los judíos sefarditas debido a que por tradición se elabora en una olla de barro durante la noche del viernes y se come durante el Shabat, y además un fruto infaltable, la granada, siendo un vehículo de buen augurio.

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